
«Si yo levanto mi grito no es tan solo por gritar»
Ante tanto homenaje burgués, una mirada a la Violeta Parra que despreciaba a los que hoy la levantan
El tiempo en el cual le tocó vivir a Violeta Parra fue bastante convulsionado. A medida que ella crecía, crecía también el movimiento popular a tal punto que dentro de sus innumerables composiciones, el canto de protesta tomó un lugar. Si bien Violeta Parra vivía a su propio ritmo, tomando todo lo que la vida le ofrecía, tenía también anclas hacia el tiempo occidental y se detenía para mirar lo que estaba sucediendo a su alrededor, cómo avanzaba la sociedad y cuáles eran las necesidades que el pueblo tenía en medio del avance de la rueda modernista y capitalista. A pesar de que en algún momento de su vida militó en el Partido Comunista, poco a poco se fue alejando de este para ser una cantora imposible de encasillar en un partido, ya que cantaba al pueblo desde el pueblo, haciendo presente en sus letras las demandas y los problemas de este. De esta forma, fue configurando un canto de protesta y rebeldía con ciertos rasgos antiautoritarios y de desprecio a los gobernantes.
Hoy, a 100 años de su natalicio, buscaremos entregar una visión diferente a la que ha colmado los medios este 2017, resaltando un aspecto de Violeta Parra que no se ve en los homenajes de gobierno ni en los eventos que se llenan de aquellos mismos personajes continuamente escupidos en el canto rebelde que nos heredó una de las más importantes cantautoras y artistas que nos entregó esta tierra.
A continuación, analizaremos tres canciones de Violeta Parra, todas estas referidas a la realidad que se estaba viviendo en su tiempo. “Arriba quemando el sol”, referida a la explotación que vivían los trabajadores principalmente de la minería tanto en el norte como en el sur. “La carta”, que cuenta una historia de represión, vivida por Roberto, pero que refleja lo que era la criminalización contra los luchadores y luchadoras. Y finalmente “Miren como sonríen”, que canta a los responsables de tanto mal que pasaba el pueblo.
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